Los depósitos de grasa 'rebelde' (zonas difíciles como las 'cartucheras' de los muslos, las caderas y los glúteos) tienen una baja densidad de receptores beta adrenérgicos y una alta concentración de recptores alfa-2-adrenérgicos y receptores de adenosina. Los 2 últimos son los que impiden la movilización de las reservas grasas. Y normalmente es onde suelen actuar los suplementos termogénicos estimulantes.
El ejercicio y la dieta bloquean los receptores alfa-2-adrenérgicos... pero a veces no en la medida suficiente. Por eso sumplementos como la CAFEÍNA, la TEÍNA, el GUARANÁ y la YOHIMBINA bloquean también este receptor junto con los receptores de la adenosina. También pueden actuar como vasodilatadores y provocar un aumento del flujo sanguíneo hacia las reservas de grasa que favorecerá su transporte fuera del adipocito. Asimismo aumentan el consumo calórico durante la práctica de ejercicio, ayudándonos a lacanzar con mayor facilidad el déficit que necesitamos para adelgazar.
Algunos suplementos pueden presentar en sus fórmulas substancias con propiedades fitoterápicas parecidas a las de las catecolaminas. Como, por ejemplo, la SINEFRINA (que es una molécula con efectos similares a los de la adrenalina) o la OCTOPAMINA (con efectos parecidos a los de la noradrenalina), ambas extraídas de la Flor de Azahar.
Los suplementos TERMOGÉNICOS ESTIMULANTES suelen estar combinados en fórmulas complejas que contienen varios principios que actuán de forma sinérgica.
El problema de los termogénicos estimulantes es que suelen venir acompañados de efectos secundarios de tipo cardíaco y vascular. Son frecuentes las taquicardias, insomnio, ansiedad y temblores. Y si se opta por incluirlos dentro de un programa de suplementación también es necesario vigilar la posible interacción con otros fármacos tales como los antidepresivos e hipotensores.
Por eso, algunas personas (las especialmente sensibles al uso de estimulantes) prefieren centrar sus estrategias sobre agentes exclusivamente 'termogénicos'.
Un buen ejemplo es el CALCIO que cuando se almacena en el interior de los adipocitos logra frenar su capacidad para seguir creciendo y también inhibe la absorción de las grasas alimentarias. La ingesta de calcio disminuye los niveles hormonales de la PTH y del calcitriol (dihidroxivitamina D3) para favorecer el descenso de la acumulación excesiva de calcio intracelular y provoca una inhibición del crecimiento adipocitario. Las personas que consumen SUPLEMENTOS DE CALCIO-MAGNESIO durante programas de ejercicio + dieta hipocalórica consiguen perder más grasa y preservar su masa ósea y muscular (los estados de cetósis aumentan las necesidades de calcio para corregir la hiperacidificación del pH sanguíneo) .