En la escalada, la técnica y el potencial físico funcionan al unísono. La relación peso - fuerza del deportista es determinante. Este hecho es especialmente importante en aquellos deportes en los que la fuerza de la gravedad condiciona el rendimiento. En la escalada la fuerza de la gravedad es el principal escollo y como tal, para superarla debemos incrementar la fuerza relativa. 

A la hora de seleccionar los ejercicios de fuerza a realizar en el gimnasio, debemos elegir aquellos que creen un estímulo positivo sobre los músculos y ángulos articulares determinantes del rendimiento.

Por ejemplo al traccionar desde un canto, necesitamos de manera directa la fuerza de los flexores de los dedos;  pero para avanzar al siguiente canto, la fuerza de impulso tendrá que empezar indirectamente ya en las piernas, pasando por la cadera, luego hasta el tronco, espalda, hombro, y terminando en el codo.

Ya que normalmente la falta de tracción no es por falta de empuje de piernas, la idea para elegir ejercicios de fuerza, sería escoger aquéllos que reprodujeran los diferentes gestos de tracción que realizamos escalando. De manera que trabajemos la fuerza en un gesto global en el que intervengan simultánea, secuencial y coordinadamente los mismos músculos y en los mismos ángulos que intervienen mientras escalamos.